La polémica de las nuevas marquesinas en Madrid se desata en Twitter.


Este agosto, la Sra. Ana Botella ha aprovechado para cambiar las marquesinas de los autobuses.

La polémica ha surgido tras los innumerables recortes que se están realizando a la empresa EMT desde el Ayuntamiento de Madrid. Dichos recortes afectan de manera directa al tiempo de espera de l@s pasajer@s, y evidentemente, al hacinamiento de l@s usuari@s en este transporte público.


Sin embargo, lo que quizás más ha irritado a la opinión pública ha sido el elevado coste de otro de los muchos despilfarros que desde el Consistorio madrileño se llevan realizando desde hace varios años.

En el momento en el que estamos, ¿es necesario realizar un desembolso cercano a los 151 millones de euros para cambiar las marquesinas de un servicio público mermado por lo recortes?

Para que os hagáis una idea, hemos estado investigando, y hemos encontrado un concurso similar en otra gran ciudad, como Nueva York. Curiosamente, adjudicada a la misma empresa, CEMUSA, de la Sra. Esther Koplowitz.

En dicho concurso, y salvando las diferencias, observamos las enormes desigualdades que hay entre uno y otro concurso. Dicho concurso de la ciudad neoyorquina, es adjudicado a CEMUSA por una cantidad total de 82 millones de euros frente a los cerca de 151 millones de euros de la capital española.

Otro dato que nos ha sorprendido, es las fechas, sobre todo, porque CEMUSA estaba inmerso en un proceso de venta, debido a las dificultades económicas que está pasando FCC, empresa matriz de CEMUSA. Dicha venta es de 80 millones de euros al grupo galo JC Decaux en el mes de marzo, justamente, cuando es adjudicado dicho concurso.

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